Le poème du vieux mueble
Me complace presentaros el libro que he ilustrado hace poco: “Le poème du vieux mueble”, de la Editorial Celya.
“Colección Generación del Vértice, 57”
Salamanca, 2006
Aquí os dejo un comentario de Isabel Goig:
Diseño e ilustraciones: Jesús Fez Jiménez
Edita: Celya
Hace ya años que Jesús Gaspar vive instalado en el desdoblamiento cotidianidad-literatura/poesía, o prosa poética. Creo (porque le conozco) que esta dualidad ha dejado en su obra una impronta evidente de disconformidad con un toque de amargura y algo, también, de rebeldía.
Sus poemas no dejan indiferente a nadie. “Profunda voz” es otra muestra de lo que decimos.
Su último trabajo, Le poème du vieux meublé, es un conjunto de poesías que conforman un relato donde un meublé sirve de soporte, o de escena, donde situar a unos personajes a los que el autor no le otorga ninguna alegría. Es decir, que se vale de la sordidez del meublé y su entorno, para presentarnos la tristeza y la sordidez de un mundo tan real como otro cualquiera.
Le vieux meublé es el título del último de los poemas, el del edificio que alberga a Hetaria, a Lilí (la enemiga de los hombres), a Renée (la puta de las piernas lánguidas), a Françoise (el travestí), a Carmela, la vieja puta mutilada “por un antiguo amor”, ahora ocupada en lavar la ropa y cocinar para sus compañeras, a Lina, de cuerpo negro “como la noche de las carreteras”.
Aunque a veces de la impresión de desgana, de desmayo en la narración, en todo el libro aparecen expresiones elaboradas, meditadas, que indican lo contrario. A veces, la narración se vuelve potente, fuerte, y otras, la ansiedad del drogadicto que envía a la prostituta a buscar droga y ya no vuelve, estremece al lector.
El lenguaje, aunque poético, es directo, sin exceso de metáforas, lo que lo hace más duro “las ratas devoran los últimos despojos de carne y de miseria”, “la noche tiene cuchillos descarnados y corvos que miran a la nada”. Cuando el drogadicto consigue su dosis, el escritor dice “Y los ojos de André se pueblan de negros recuerdos y de luces opacas de farolas que siguen aumentando su luz”.
Le poème du vieux meublé tiene trama, argumento, pero eso poco importa. En este relato interesa lo que el autor, Jesús Gaspar, ha querido transmitir. No es la poesía por la poesía, no es la belleza de los conceptos, no es tampoco la métrica perfecta, Le poème du vieux meublé es un relato duro y telúrico. No creo que el autor haya querido denunciar, sencillamente ha querido mostrar, con toda la fuerza de la expresión, un mundo del que pocos quieren hablar y menos escribir.
Acompañan a esta publicación unos dibujos de Jesús Fez Jiménez, en blanco y negro, a excepción de portada y contraportada, que ilustran de forma tan descarnada como la letra, el relato de Jesús Gaspar.
Isabel Goig
Además encontré este otro recorte de periódico del diario de Ávila. Aunque no mencionan mis dibujos en ningún sitio. Qué se le va a hacer: